O sea… ni siquiera me voy a tomar la molestia de preguntarme por qué jodidos le habrán dado a esta inmundicia el Oscar a la mejor película.

Del Toro, tienes el cerebro lleno de heces y tu trabajo apesta a caño. Así como los cerebros de los lametraseros que te dan alas diciéndote que tu trabajo es arte, cuando lo que produces son millones de pequeñas deposiciones neuronales una tras otra unidas en un espectacular torrente de caca.

Aparte estás gordo como una vaca y te vas a morir de un infarto o defecando como el Elvis. Espero vivir para ver la noticia de tu muerte en primera plana en Google.

Sólo por haberme hecho perder mi tiempo y bandwidth viendo una copia pirata de tu porquería te dedico un silbido en cinco segmentos popularizado por los valerosos peluqueros ambulantes de finales del siglo antepasado.

Al menos tuve la gracia divina de poder irle adelantando a tu porquería en mi amado VLC. Jodidos los que la vieron en el cine, aunque siempre te puedes salir ¿no?