No sé qué pasa con las “muñecas” de hollywood y anexas que de repente todas se volvieron bien santitas y andan acusando a todo mundo de que les metieron mano o que les ofrecieron ayuda por un encuentro con la mentada puntita… pero qué hueva me da que la industria del espectáculo gringa de pronto se convierta en la iglesia de las Vírgenes de Hollywood.
Y pues bien, ahí les va. El acusado en turno es ni más ni menos que Jeffrey Tambor (¿quién jodidos es este guey?), pues es el papá de “Arrested Development” y si ven la foto, además le darán tinta de muchos otros programas, películas y tal, pura comedia el señor, pura comedia.
Ya son tres las mujeres que lo acusan de hostigamiento, acoso y demás cositas que van incluídas en el paquete feliz. Una maquillista es la que más reciéntemente le aventó tierra al actor, alegando ya saben, que es una profesional y que ella no le enseño los calcetincitos y que siempre ha ido a la iglesia y que le pueden preguntar a quien quieran que es una nena buena.
El caso es que cuando terminaron de rodar “Never Again” en el 2001, o sea que para variar ya llovió… ella inocentemente (como siempre dicen) se le acercó y le dijo que había sido agradable trabajar con él, y que el muy ladino de la nada la apañó y le metió un besote en la trompa. Maldito abusador besucón…
Jeffrey obviamente dice que no se acuerda de nadita de nada y que seguramente fue un beso de agradecimiento profesional… y pues yo sí le creo. Lo malo es que lo que yo crea o no crea es totalmente irrelevante y es muy probable que empiecen a brincarle más acusaciones al peloncito éste, ya que la acusación de Tamara Delbridge (aka la maquillista) fue en apoyo a las dos acusaciones previas efectuadas por Van Barnes y Trace Lysette.