Más Humping Rituals de Nuestro Abusador Emergente Kevin Spacey aka ''La Bestia''

Y por más que uno quiere dejar en paz al pobre Spacey, pues nomás no se puede. Porque le salen y le salen trapitos por todos lados… Éste señor, tal parece que le tira a todo lo que se mueve, según dicen.

Toda una bestia Don Kevin Spacey, puro instinto el señor, puro instinto. Y lo decimos porque esta vez resulta que le metió el dedo, digo las manos, digo manoseó al hijo del actor Richard Dreyfuss (¿se acuerdan?, el de JAWS) ocurriendo esto mientras Spacey y Dreyfuss ensayaban para la obra “Complicit” que representaban juntos en el Old Vic.

El chaval, no tan chaval tenía 18 años (también que no me cuenten) y es que en serio, a los 18 años ya no puedes salir con que te manosearon, a menos que el chaval hubiera estado hasta las manitas de borracho o algo similar. Pero sí estaba en sus 5 sentidos qué puede decir en su defensa o en su ataque en este caso. “Ay papi Dreyfuss, pues tu amigo Spacey me hizo con el dedito y no te conté porque me daba pena” (o equis pues…) o sea un huevonsote de 18 años…

Ahí es donde uno dice, o Spacey es un brutote súper fuerte que se pone como burro en primavera sin medir consecuencias ni nada, o sea del tipo que se les pega a las chavas (en este caso a los chavos) en el metro o autobús y se les restriega (les hace el humping ritual) mientras todos lo ven pasmados sin atreverse a reaccionar; o estos acusadores son unos jotitos a los que primero les gustó pero ya no les gustó después o simplemente quieren su minuto de fama.

Por lo pronto a Spacey ya le costó la chamba con Netflix, mi nena se va a quedar sin ver “House of Cards” por culpa del alboroto. O sea, Spacey, nos estás afectando a todos gay, digo guey… Ya déjatela guardada y pídele perdón a todos los afectados, o dale lo que quiere al que te está armando todo este enredo. Porque de que algo pasa ahí, algo pasa ahí.