Acústicas nativas en espacios de electrónica orgánica, pasajes instrumentales, trance meditativo e invitación al movimiento.
Luego de varios años de introspección y silencio de estudio, El Remolón está de regreso con un álbum estreno. Buscando en lo propio, el azar, el error, lo inacabado o sencillamente imperfecto, El Remolón elabora otro horizonte sonoro que requiere dejar de lado fórmulas ya ensayadas, etiquetas remarcadas o categorías cerradas.
En esa indagación, el artista abandona incluso su propio molde y así da forma a Asimétrico. Un álbum que mantiene la fuerza contagiosa de sus ritmos bailables y se adentra por momentos en un universo más introspectivo, ligado a la contemplación.
Con elementos folklóricos en modo minimalista y una electrónica orgánica cuidada, Asimétrico entrega diez piezas nítidas que cuentan con el toque maestro de Andrés Oddone en la mezcla. Usos simples de guitarras, bombos legüeros y charangos se entreveran en riffs criollos que recuerdan a Atahualpa y, al combinarse con texturas electrónicas, generan una atmósfera reparadora, meditativa y techno al mismo tiempo.
Entre lo experimental nativo y el downtempo global, el álbum presenta varias canciones que se suceden como pasajes emocionales. Aquí es donde Asimétrico se enriquece con las colaboraciones de Luvi Torres/Klik&Frik, Pol Nada, Lauphan, Nuriah y la revelación del coplero urbano Brawlio. Mientras tanto, las colaboraciones con San Ignacio, Leo Silcan y Cuervo Cuervo profundizan la faceta más electrónica e instrumental.
