El dolor de espalda no debe obstaculizar su rutina de ejercicios.
Sin embargo, cuando ocurre un dolor de espalda, querrá concentrarse en los entrenamientos que le permitirán reanudar sus actividades normales tan pronto como sea posible, y eso le ayudará a mantener los músculos fuertes y flexibles que son menos propensos a las lesiones.
Cualquier programa de ejercicios debe personalizarse para satisfacer sus necesidades y objetivos específicos. Si experimenta dolor de espalda, el ejercicio debe ser introducido (o reintroducido) gradualmente y cuando se sienta razonablemente cómodo.
Si hacía ejercicio regularmente antes de un episodio de dolor de espalda y luego tenía que reducir la velocidad o detenerse por un tiempo, vuelva a sus entrenamientos habituales lentamente.
Haga un poco menos de lo que normalmente hace (menos minutos o repeticiones) y vuelva a construir de manera constante hasta donde estaba antes.
Desarrollar músculos
Estirar y fortalecer tanto la espalda como los músculos abdominales es importante no solo para tratar el dolor lumbar, sino para ayudar a prevenirlo también.
Los músculos abdominales fuertes, por ejemplo, ayudan a mantener una postura saludable y minimizan la tensión de la espalda.
Además, los músculos de la parte superior de las piernas deben ser flexibles y fuertes para ayudar a sostener los músculos que sostienen la espalda.
Extensión
El estiramiento es importante para cualquier persona que tenga problemas de espalda. Los músculos flexibles y bien estirados son menos propensos a las lesiones.
Los músculos más cortos, menos flexibles y los tejidos conectivos restringen la movilidad de las articulaciones, lo que aumenta la probabilidad de esguinces y distensiones.
Estírese con regularidad pero suavemente, sin rebotar, ya que eso puede causar lesiones en los tejidos. Los principiantes deben comenzar sosteniendo cada estiramiento durante un tiempo breve y acumular gradualmente hasta sostener cada estiramiento durante aproximadamente 30 segundos.