El cantautor y músico, Andy Hernández, residente en Texas, viene con su tema musical ”La Cura”, una cumbia escrita en plena cuarentena con el máximo propósito de alegrar los corazones e impartir ánimo en los tiempos de crisis que vivimos con el coronavirus actualmente.
Y es que en marzo a Andy le atrapó la cuarentena recién aterrizando a El Salvador a donde iba en gira de promoción.
“Iniciaba en El Salvador una gira de promoción por toda Centro América cuando de repente cerraron los aeropuertos y declararon cuarentena”, recuerda Andy. Para completar, a los pocos días de estar allí Andy se enfermó y tuvo que ser hospitalizado por intoxicación estomacal. Pero antes de saber su cuadro médico pensó lo peor: que había contraído el COVID-19.
“¡Dios mío no me digas que tengo el virus!”, fue lo primero que pensó. “Cuando el caos se apodera de todo, la preocupación te sobrecoge… me dio miedo, me alarmé. Cerraron el aeropuerto, no podía viajar, estaba en un país donde solo conocía a una persona y sin saber cuando podría volver a mi casa. Mi vuelo de regreso lo cambiaron seis veces”.
“Pero ya que estábamos encerrados y no podíamos salir, me puse a escribir sobre la cura para la tristeza, el desánimo, el dolor y la angustia que todo esto causa. ‘La Cura’, esta canción fue medicina a mi tristeza… Por lo regular uso anécdotas personales al escribir para componer temas con mensajes positivos. Me gusta llevar buen contenido al público con mis canciones.
Por fin después de tres meses en El Salvador, Andy pudo en junio viajar a su casa en Houston, Texas.
“Durante ese tiempo, ya que no podía salir, me dediqué a componer y a grabar canciones, incluyendo a ‘La Cura’, que es el tema que promuevo ahora”, expresa el joven músico. “En esos días de aislamiento aprendí a valorar las libertades que a veces tomamos por dadas. Por más pequeñas que sean, uno entonces las echa de menos, especialmente cuando te las prohíben”.
Andy nació y se crió dentro de, y para la música. Su papá, también músico Ysidro Hernández, tenía su grupo musical Luisa y Explosión Tropical en el cual su mamá Luisa, era cantante.
“Se puede decir que soy artista profesional desde los cuatro años”, dice Andy, ahora de 33 años. “Desde esa edad comencé a trabajar en la banda de mi familia y más que el dinero, –porque mi papá me pagaba –, me gustó aún más la alegría que la música causaba en el público. Al mismo tiempo fui aprendiendo todos los instrumentos del grupo. Cuando algún músico faltaba yo lo substituía fácilmente. Todo lo vivimos en familia, hemos estado juntos en la tristeza, en las alegrías, en los éxitos y en los tiempos no tan buenos. Ahora, mi papá es el que trabaja conmigo”.
Este músico y cantautor de cumbias y vallenatos asegura que su meta en la vida como artista no es tener un solo éxito musical, sino muchos.
“Ahora mismo quiero llegar a lo máximo, hasta donde Dios me lo permita. Tengo muchos planes en mi carrera, tanto en presentaciones personales como en giras promocionales para ofrecerle al público lo que tengo”, indica Andy. “Trabajo en varios ritmos latinos tropicales, hago y me gustan las fusiones musicales, trabajo para crear música constantemente. No me gusta cerrarme en ningún formato en específico, ni como productor, compositor, cantante y mucho menos como persona. Tampoco me cierro a las sugerencias, que me hacen porque al fin y al cabo vivo para la música y el público”.
Para concluir, Andy, quien siempre incluye en su repertorio los clásicos temas del vallenato , expresa que vive grandemente agradecido de sus seguidores.
“El público me ha recibido con los brazos abiertos. Aún los que no saben de las raíces musicales de la cumbia, se me acercan para decirme que mi música suena diferente…quizás por esa misma razón sea que les gusta, por esa fusión que hago de buen ritmo, una fuerte presencia de percusión folklórica con sonidos modernos y juveniles”.