Después de la noticia de que Shakira canceló su gira por problemas de hemorragias en las cuerdas vocales, de repente uno que es inocentón se los confunde con los problemas en las cuerdas del ring por las vocales del marido, que según se las da de muy controladito (en público). Y esto aunque siempre es sacante de onda pues nos da esperanzas de que tal vez no haya que preocuparse mucho por esos sangrados (lo digo porque algunos pensamos que ya le estaba dando cancer). Tranquilos Shakifans, lo más seguro es que sean por puro stress y sin consecuencias secundarias, y aunque o sea, a fin de cuentas la culpa es de Shakira por juntarse con esa chusma, eso del día de enero y la torpe distracción, pues sí que va a dejar consecuencias secundarias, entre ellas un par de buenas rolas sobre lo mal que a veces resulta andarle decantando la sal que le sobra al mar.
El caso es que cuando las movidas de ese tipo se hacen ya en público, importando muy poco quién está presente o no, es porque en privado ya fueron y regresaron y se está haciendo necesario involucrar a terceros, cuartos y quintos que entren a hacer palanca. Así es, los trapos sucios se lavan en casa sólo cuando quieres que nadie vea qué tanto ensuciaste los mentados trapitos. Y pues bueno, este par de muchachos; o sease Shakira y Piqué, andan “dando el cante” por toda la patria, así que segurito andan juntando testigos.
Ahora, ¿que de qué hablamos?. Pues de la última que anda circulando, y es la disque pelea, querella, semi-enfrentamiento o puesta en escena que protagonizaron este par en un restaurante en Barcelona, y que obviamente tuvieron a bien requete-informarnos desde los comensales presentes hasta los no presentes.
Según los chismosos, Shakira estuvo esperando un buen rato al muchacho (dicen que iba toda fachosa y fodonga, así como queriendo mandar un mensaje) y pues éste llegó con bastante retraso (como ya es costumbre), y pues la colombiana que no tiene nada de carácter artísitico ya no quería ni entrar, pero él la invitó cortésmente con un “cómo de que no méngache pa acá o te parto el brazo méndiga estrellita marinela” a proseguir el camino hacia la mesa. En consecuencia ella se lo quiso poner como servilleta, primero por lo bajito; ya saben llorando a medio silencio para que todos vieran que es una mujer abnegada pero que no está feliz y necesita atención extra, etc… Pero como siempre sucede cuando hay defensa ante el ataque (y el Piqué no se iba a quedar calladito) pues las cosas escalaron hasta convertirse en una bronca de magnitud aceptable. Ah, y pues estaban ahí sus hijos, lo cual hace que se vea mucho peor el teatrito, aunque para qué hacerla de emoción, si los niños éstos de seguro se fuman una bronca y media al día, y segurito mucho más condimentada que la del restaurante.
El caso es que la Shaki llorando con un nundo en la garganta sin poder pasar bocado (en realidad no pidió nada de comer pero me gusta como suena). El Piqué tratando de conservar la calma y las apariencias (trague y trague pasta), y los niños preocupados porque ya veían que no iban a llegar al postre… Todo era confusión y desesperanza. Bueno no tanto así lo de la desesperanza, pero celos sí, y si no me creen, abran sus apuestas… Ah, y para la bola de chismosos que estaban ahí, ¿qué mejor postre que un par de famosos haciendo circo en la mesa de al lado?, ¿O qué no?